miércoles, 7 de septiembre de 2011

Porque, alguna vez, creyó tener su sol y este se fue en busca de otro amor. Y su alma, lejos de parecer hielo, ante la falta de esa luz, pensó: "¿Por qué habría de angustiarme tras su ausencia? Si aquel sol, como yo, se formó de nuestro amor" Cerró la puerta con suma prudencia. Y espera otra estrella para fundir de a dos.

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